De grande quiero ser diputado

El privilegio de ser diputado, la columna editorial de El Universal comienza así:

Los diputados federales ganan, cada uno, 152 mil pesos al mes, 79 mil pesos al año en medicinas y consultas particulares y 4 mil 500 pesos de “ayuda” para su cena de Navidad. ¿Le parece mucho? A ellos no, por eso van a pagar con dinero de usted, contribuyente, los 38 mil pesos que se les descuentan de impuestos por su aguinaldo de 101 mil pesos. Aunque sea increíble, son esos “representantes populares” quienes aprueban los impuestos de todos, asignan dinero público a las instituciones del Estado y dicen “México manda” en spots de televisión.

Hoy trascendió la noticia (que no es noticia por cierto, porque es de todos conocido) que a los diputados se les devolverá el impuesto por concepto de aguinaldo, mientras que los demás mexicanos debemos pagar nuestros impuestos puntualmente. Los diputados parecen estar en un nivel mas arriba que el resto de nosotros, ellos aparte de su generoso sueldo y otras prestaciones no pagan la tenencia como los demás si lo hacen, además de gastar 1 millón de pesos mensualmente en comidas. Todo cubierto con nuestros impuestos.

Y por si esto fuera poco, en vez de sentirse avergonzados porque predican mejor calidad de vida a los ciudadanos a la par que viven groseramente a costa de nosotros se excusan diciendo que la noticia vende bien en tiempos de crisis, como reconoció Cesar Duarte el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Y claro que la noticia vende bien, pero es la pura verdad lo que dice, yo me pregunto si habrá algo que evite los excesos de nuestros señores diputados, o por lo menos que lo desquiten con el noble trabajo que realizan.

Y eso es pan de cada día, la impunidad los protege, por eso de grande quiero ser diputado y no un simple ingeniero que paga impuestos de ley.